La máxima de inversión más famosa de Warren Buffett merece una cuidadosa consideración en noviembre de 2025, especialmente ahora que los mercados asimilan un año que ha desconcertado a los pesimistas y recompensado a quienes mantuvieron su convicción en la resiliencia económica estadounidense. La economía de Estados Unidos ha demostrado una fortaleza notable a lo largo de 2025, y el modelo GDPNow del Banco de la Reserva Federal de Atlanta estima un crecimiento del 4,0 % en el tercer trimestre, una cifra que no refleja desesperación, sino vitalidad subyacente.
Esta trayectoria de crecimiento resulta aún más impresionante si se tiene en cuenta el contexto de desafíos que han dominado los titulares a lo largo del año. La inflación subió al 3,0 % en septiembre desde el 2,9 % de agosto, manteniéndose obstinadamente por encima del objetivo del 2,0 % de la Reserva Federal, pero muy por debajo de los niveles de crisis que desencadenaron un agresivo endurecimiento monetario. Mientras tanto, la Reserva Federal ha aplicado dos recortes de tasas este año, el más reciente en octubre, bajando la tasa de los fondos federales a un rango del 3,75 % al 4,0 %, lo que indica su confianza en que la economía puede soportar una normalización gradual de la política monetaria.
Quizás lo más revelador sea que el S&P 500 subió un 16,30 % en lo que va del año hasta octubre, recuperándose con fuerza de la caída de abril que amenazó brevemente con entrar en territorio bajista. El índice ha establecido nuevos máximos históricos en repetidas ocasiones a lo largo de la segunda mitad del año, lo que demuestra que los inversores que miraron más allá de las turbulencias temporales se vieron recompensados con ganancias sustanciales. Este rendimiento refleja algo más que mera especulación, ya que reconoce que las fenomenales empresas estadounidenses siguen prosperando, innovando y captando cuota de mercado a nivel mundial.
El mercado laboral, aunque muestra signos de moderación con respecto a los extremos de la era pandémica, sigue siendo fundamentalmente sólido. El empleo total no agrícola apenas varió en agosto, con solo 22.000 puestos de trabajo más, mientras que la tasa de desempleo se mantuvo estable en el 4,3 %. Este enfriamiento representa una normalización más que un deterioro, en consonancia con una economía que está pasando de un crecimiento sobrecalentado a una expansión sostenible.
Sin embargo, la prudencia exige reconocer los obstáculos que ensombrecen el camino por delante. Los aranceles comerciales siguen siendo una incógnita cuyo impacto económico total puede que aún no se refleje plenamente en los datos actuales. La trayectoria de la deuda federal continúa su preocupante marcha ascendente, creando vulnerabilidades fiscales a largo plazo que eventualmente exigirán una solución. El auge de la inversión en inteligencia artificial, que ha impulsado gran parte de las ganancias del mercado en 2025, se enfrenta a un escrutinio continuo sobre si las valuaciones han superado la creación de valor fundamental, con un debate legítimo sobre si el entusiasmo actual refleja una psicología de burbuja o un reconocimiento adecuado de la tecnología transformadora.
La producción industrial y manufacturera ha decepcionado a lo largo de 2025, al no participar en la fortaleza económica general y plantear dudas sobre si ciertos sectores se enfrentan a retos estructurales que trascienden la dinámica cíclica. De cara a noviembre de 2026, las elecciones de mitad de mandato pondrán a prueba si la configuración actual del Congreso se mantiene, lo que introducirá una incertidumbre política que podría influir tanto en la orientación de las políticas como en el sentimiento del mercado.
Estas preocupaciones merecen una atención seria, pero deben sopesarse con las ventajas competitivas duraderas de Estados Unidos. El país sigue atrayendo a las personas más talentosas del mundo, que ven aquí oportunidades que no existen en ningún otro lugar. La combinación de mercados de capitales profundos, estado de derecho, protección de los derechos de propiedad y cultura emprendedora crea un ecosistema que genera empresas excepcionales con una regularidad que ninguna otra nación puede igualar.
La exhortación de Buffett de no apostar nunca contra Estados Unidos se basa en algo más que un sentimiento patriótico.
Refleja un frío cálculo sobre dónde se produce la innovación, dónde se materializan las ganancias de productividad y dónde el capital puede acumularse con una seguridad razonable durante largos períodos. Su trayectoria, con una rentabilidad anualizada del 19,8 % para los accionistas de Berkshire Hathaway desde 1965, da peso empírico a esta postura filosófica que trasciende los comentarios del mercado.
Los resultados de 2025 refuerzan esta lección. A pesar de las tensiones comerciales, las preocupaciones por la deuda, los debates sobre la valuación de la inteligencia artificial, la debilidad de la industria manufacturera y la incertidumbre política, la economía estadounidense ha crecido con fuerza, el empleo se ha mantenido sólido y los mercados de valores han obtenido rendimientos sustanciales. Las empresas se adaptaron, los consumidores demostraron su resistencia y el dinamismo fundamental, que caracteriza al capitalismo estadounidense, ha vuelto a demostrar su capacidad para superar los retos y generar prosperidad.
Para los inversores que sopesan las señales contradictorias de 2025, la sabiduría de Buffett ofrece una orientación útil. Los obstáculos son reales, las incertidumbres genuinas y los riesgos importantes. Sin embargo, apostar en contra de la capacidad innovadora, la adaptabilidad y el poder de generación de riqueza del sistema económico estadounidense ha confirmado ser una propuesta perdedora a lo largo de décadas. Aquellos que mantuvieron su convicción a pesar de la volatilidad de 2025 han sido recompensados. La historia sugiere que aquellos que mantengan una convicción similar ante las incertidumbres futuras probablemente experimentarán resultados comparables, por muy accidentado que resulte el camino.
Disclaimer: The views expressed in this article are those of the author at the date of publication and not necessarily those of Dominion Capital Strategies Limited or its related companies. The content of this article is not intended as investment advice and will not be updated after publication. Images, video, quotations from literature and any such material which may be subject to copyright is reproduced in whole or in part in this article on the basis of Fair use as applied to news reporting and journalistic comment on events.