Las recientes representaciones de los medios de comunicación han pintado un panorama sombrío de las perspectivas económicas del Reino Unido, y tanto los medios nacionales como las plataformas financieras internacionales, como Bloomberg, sugieren que la nación es un caso atípico económico que se enfrenta a importantes desafíos. Parte de esta negatividad puede deberse a prejuicios contra el recién elegido gobierno laborista. Sin embargo, un examen más detallado revela una perspectiva más matizada y optimista para la economía del Reino Unido.

Contrariamente al pesimismo generalizado, varias instituciones de renombre han revisado sus previsiones de crecimiento para el Reino Unido en 2025. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado su proyección de crecimiento del PIB del Reino Unido en 2025 hasta el +1,6 %, frente a una estimación anterior del +1,5 %. Esto sitúa al Reino Unido por delante de las principales economías europeas, como Francia y Alemania, que se espera que experimenten tasas de crecimiento mucho más bajas, del +0,8 % y +0,3 %, respectivamente.

Del mismo modo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha elevado su previsión de crecimiento del Reino Unido en 2025 del +1,2 % al +1,7 %, atribuyendo esta mejora al aumento del gasto público anunciado en el presupuesto de otoño.

El Banco de Inglaterra también está dispuesto a recortar las tasas de interés al 4,5 % desde el 4,75 % actual en un esfuerzo por estimular la economía y probablemente irá más allá. Los analistas predicen nuevas reducciones, que podrían llevar las tasas hasta el 4 % a finales de 2025.

La reducción de las tasas de interés puede aliviar parte de la carga fiscal del gobierno actual al reducir el costo del servicio de la deuda pública. Por ejemplo, una disminución de 0,25 puntos porcentuales en las tasas de interés le podría ahorrar al gobierno aproximadamente 5.000 millones de libras esterlinas anuales en pagos de intereses de la deuda, proporcionando un margen fiscal adicional para los servicios públicos y la inversión.

Aunque el Brexit ha sido sin duda una pérdida de tiempo monumental, estar fuera de la Unión Europea ofrece ahora ciertas ventajas en un mundo más incierto para el comercio internacional. El Reino Unido puede estar menos expuesto a los posibles aranceles impuestos a la UE por el gobierno de EE. UU., especialmente a la luz de las recientes tensiones. Además, la economía del Reino Unido está fuertemente orientada a los servicios, que representan aproximadamente el 80 % de su PIB. Dado que los servicios son menos susceptibles a los aranceles que los bienes, el Reino Unido se encuentra en una posición favorable para aprovechar sus fortalezas en finanzas, servicios legales e industrias creativas en el escenario global.

El panorama político del Reino Unido es otro aspecto positivo. Actualmente es uno de los países desarrollados más estables. Con el gobierno laborista asegurando un mandato para los próximos cuatro años, existe una dirección política clara y consistente. La administración ha enfatizado una agenda a favor del crecimiento y de los negocios, enfocándose en inversiones en infraestructura, tecnología y educación para impulsar la expansión económica a largo plazo.

Las comparaciones entre la situación actual de la economía del Reino Unido y su situación durante el mandato de la ex primera ministra Liz Truss son engañosas. La libra se ha fortalecido significativamente frente al dólar desde ese período, lo que refleja una mayor confianza de los inversores. Además, el aumento del rendimiento de los bonos del Estado es un fenómeno global, no exclusivo del Reino Unido en la actualidad. Factores como las presiones inflacionistas globales y los cambios en las políticas monetarias en las principales economías han contribuido a esta tendencia.

De cara al futuro, las perspectivas económicas del Reino Unido son prometedoras. Londres sigue siendo una de las principales ciudades del mundo, que atrae un gran interés por parte de los inversores estadounidenses, sobre todo si el gobierno decide flexibilizar las restricciones urbanísticas y reducir la burocracia. El Reino Unido también es líder en sectores como la ciencia médica, la inteligencia artificial, la industria aeroespacial y la tecnología. Estas industrias están preparadas para un crecimiento sustancial, impulsado por sólidas instituciones de investigación y una larga trayectoria de innovación.

Si bien es esencial reconocer los desafíos que enfrenta la economía del Reino Unido, la narrativa mediática predominante a menudo pasa por alto los indicadores positivos y las fortalezas estructurales que posicionan a la nación para el éxito futuro. Un informe equilibrado que considere tanto los obstáculos como las oportunidades es crucial para una comprensión integral de la trayectoria económica del Reino Unido.

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