En el momento de redactar este informe, de las 500 empresas que componen el índice S&P 500 379 han presentado sus resultados trimestrales. Aunque todavía queda bastante para que termine esta temporada de resultados corporativos, se está perfilando un patrón claro.

Más de la mitad (55%) de las empresas que han presentado hasta ahora sus resultados correspondientes al período que finalizó el 31 de diciembre obtuvieron ingresos superiores a los previstos, mientras que el 78% informó beneficios superiores a las expectativas de consenso para dicho período. De los 11 principales sectores económicos en los que Bloomberg divide las acciones, 9 registraron ingresos por encima de las expectativas (energía y servicios públicos no llegaron), mientras que 11 de los 11 sectores registraron ganancias promedio por encima de las expectativas.

Si nos fijamos en el índice Nasdaq, el panorama es similar. De las 100 acciones del índice, 65 han presentado resultados. De esas empresas, el 58% registró ingresos superiores a las expectativas del consenso para el período, y el 82% obtuvo beneficios por encima de las estimaciones. El crecimiento promedio de los beneficios de las acciones de este índice fue del +27% interanual.

El año pasado, los beneficios corporativos en EE.UU. superaron sistemáticamente las expectativas a lo largo de todo el año y, en consecuencia, el mercado de renta variable registró un comportamiento muy sólido de las cotizaciones.

Los beneficios no pueden ser más fundamentales para las acciones. Si van bien, los precios de la renta variable deberían ir bien en igualdad de condiciones.
Aunque un tercio de las empresas aún no ha presentado sus resultados, disponemos de datos suficientes, ya que dos tercios de las empresas que cotizan en bolsa han presentado sus resultados, como para pensar que esta será otra temporada de resultados muy buenos para la renta variable estadounidense.

Lo más notable es que los buenos resultados del año pasado habían llevado a un aumento de las previsiones. Por lo tanto, la vara para “superar” las expectativas para esta temporada de beneficios había ido subiendo a lo largo de 2023. Sin embargo, los resultados superaron las expectativas. Es probable que esto precipite aumentos en las previsiones de beneficios corporativos durante el resto de 2024.

Uno de los mejores indicadores del rendimiento a corto plazo de la renta variable es la dirección de las estimaciones de ganancias. Si estas empiezan a bajar, suele ser un buen indicador de la debilidad a corto plazo de los precios de las acciones (en promedio), y viceversa. Cuando las estimaciones de ganancias aumentan en un sector o en todo un índice bursátil, es un buen indicador de una evolución positiva de las cotizaciones a corto plazo.

El año pasado fue un año sólido para las acciones estadounidenses que superaron las expectativas de ganancias, lo que provocó un aumento de las previsiones de beneficios. ¿Y qué hicieron las acciones estadounidenses el año pasado? Subieron… ¡y mucho!

A veces, en inversiones, la respuesta es más fácil de lo que muchos quieren hacer creer. Ahora nos parece uno de esos momentos. Los beneficios son mejores de lo esperado, las previsiones aumentan y las acciones han tenido buenos meses de enero y febrero. Si este comportamiento de las ganancias corporativas continúa, es probable que tengan un buen año.

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