¿Qué significa para los inversores la victoria electoral de Trump en EE. UU.?
Uno de los pilares de la campaña de Trump ha sido su promesa de reducir los impuestos corporativos, una medida que podría impulsar fuertemente la renta variable estadounidense. Al reducir la carga fiscal sobre las empresas, estas retienen más ganancias, lo que se traduce en mayores beneficios netos. Para los inversores, esto significa un potencial repunte de las cotizaciones bursátiles, especialmente en sectores como el tecnológico, el sanitario y el financiero, que son particularmente sensibles a los cambios fiscales.
Consideremos lo siguiente: las empresas con impuestos más bajos pueden reinvertir en expansión, innovación y contratación, lo que, a su vez, puede fortalecer el crecimiento económico general de EE. UU. Además, los inversores podrían ver aumentados los dividendos y las recompras de acciones, ya que las empresas se encuentran repletas de efectivo. Este escenario tiende a crear una situación beneficiosa para los accionistas, con potencial tanto para la apreciación del capital como para mayores ingresos.
Para sacar partido de esta situación, los inversores minoristas podrían centrarse en los valores estadounidenses de primera clase o en los fondos cotizados (ETF) que siguen al S&P 500, ya que están bien posicionados para beneficiarse de la política fiscal propuesta por Trump. Los valores estadounidenses de pequeña capitalización, que generan principalmente sus ingresos en el país, también podrían estar preparados para las ganancias, ya que se verían menos afectados por las posibles tensiones comerciales.
Las políticas comerciales de Trump siempre han sido un arma de doble filo. Durante su anterior mandato, impuso aranceles a una serie de bienes importados, en particular de China, en un intento de proteger los empleos manufactureros estadounidenses y reducir el déficit comercial. Ha prometido volver a hacerlo.
Para los inversores, esto significa un mayor riesgo para las empresas con importantes cadenas de suministro en Asia, especialmente en sectores como la electrónica, la confección y la automoción. El aumento de los aranceles podría elevar los costos de fabricación. Al mismo tiempo, los aranceles pueden perjudicar a las economías basadas en la exportación, siendo China probablemente uno de los principales objetivos. Si las tensiones comerciales se intensifican, los sectores que dependen en gran medida de la demanda china, como el tecnológico y el automovilístico, podrían sentir la presión.
Sin embargo, cabe señalar que la postura comercial de Trump también podría abrir oportunidades. Sectores como el siderúrgico, el agrícola y el farmacéutico, que Trump ha defendido en el pasado, podrían recibir apoyo, ya sea mediante aranceles protectores o subvenciones. Para los inversores minoristas, la clave será mantenerse ágiles, vigilando la evolución de las relaciones comerciales y centrándose en los sectores que puedan beneficiarse de las medidas de protección.
Históricamente, a los mercados no les gusta la incertidumbre. Con el resultado de las elecciones resuelto, se ha despejado al menos una incógnita importante, lo que puede tener un efecto tranquilizador en la renta variable. Los inversores pueden ahora avanzar con una comprensión más clara del probable entorno político y, por el momento, la incertidumbre política en EE. UU. se ha dejado de lado.
La resolución de la incertidumbre suele impulsar la confianza de los inversores, lo que probablemente apoyará a los mercados bursátiles estadounidenses y mundiales. Con un desenlace definitivo, los fundamentos de la inversión –centrarse en los beneficios empresariales, los indicadores económicos y las tendencias sectoriales – vuelven a cobrar importancia. Es probable que las acciones estadounidenses repunten a corto plazo, al menos mientras los inversores dejan atrás las preocupaciones electorales y esperan una nueva fase de la política bajo la administración de Trump.
Predecir el impacto de Trump en el escenario geopolítico es notoriamente difícil, pero es razonable esperar algunos cambios, en particular en relación con Ucrania. La postura anterior de Trump sobre la OTAN y la ayuda militar ha sido, en el mejor de los casos, ambivalente, lo que suscita preocupaciones sobre el apoyo a Ucrania en su conflicto con Rusia. Para las naciones europeas, esto podría indicar la necesidad de aumentar el gasto en defensa para reforzar sus propios marcos de seguridad.
El posible giro de Europa Occidental hacia mayores inversiones en defensa podría tener implicaciones interesantes para los inversores. Los valores de defensa, especialmente los vinculados a los países de la OTAN, podrían suscitar un renovado interés a medida que los gobiernos europeos respondan a los posibles cambios en la política exterior estadounidense. Además, las tensiones geopolíticas suelen reforzar el atractivo de activos refugio como el oro y la deuda pública, que podrían ofrecer una cobertura frente a la volatilidad de los mercados derivada de la incertidumbre en el extranjero.
El riesgo de inflación ha sido una cuestión persistente para muchos economistas, especialmente teniendo en cuenta el precedente histórico. La administración anterior de Trump no experimentó una inflación sustancial tras los recortes de impuestos y los aranceles, pero el panorama económico actual es marcadamente diferente. Con las tasas de interés, las presiones salariales y las limitaciones de la cadena de suministro todavía en juego, queda por ver si estas políticas fiscales se traducirán en una mayor inflación.
La victoria de Donald Trump conlleva un conjunto único de oportunidades y riesgos de inversión. Si bien la renta variable estadounidense puede beneficiarse de los recortes fiscales propuestos, los inversores también deben tener cuidado con el posible impacto de los aranceles y la cambiante dinámica geopolítica. Para los inversores minoristas, la clave está en diversificar las carteras para equilibrar las oportunidades de crecimiento potencial con medidas de protección contra la volatilidad.
Recuerde, la inversión es un juego a largo plazo, y aunque las políticas presidenciales influyen en los mercados, los fundamentos de la diversificación de activos, una estrategia de inversión disciplinada y mantenerse informado siguen siendo esenciales. Manteniéndose alerta y abierto a adaptar su estrategia a medida que se desarrollen las políticas de la administración Trump, puede posicionarse para beneficiarse de los cambios tanto nacionales como mundiales.
Estemos atentos al impacto de las políticas de Trump en el mercado y, como siempre, ¡le deseamos buenas inversiones!
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