En la inversión en renta variable, los inversores disponen de muchas estrategias diferentes entre las que elegir a la hora de invertir. Podemos elegir regiones específicas, como renta variable europea o norteamericana. Podemos elegir entre estrategias de gestión activa o pasiva. Incluso podemos elegir sectores o tendencias específicos en los que invertir, por ejemplo, una estrategia de fondos de renta variable que solo invierta en valores vinculados a las energías renovables o a la inteligencia artificial.

Estas opciones estratégicas suelen ser mutuamente excluyentes. Si decidimos asignar el capital del inversor a un fondo de renta variable de mercados emergentes, es de esperar que en esa estrategia no se incluyan valores estadounidenses. Del mismo modo, un fondo de inversión pasiva, por definición, no tiene ninguna participación humana activa en la selección de valores, la estrategia pasiva solo invierte de acuerdo con el índice correspondiente.

Dos de las estrategias de renta variable más importantes y utilizadas a disposición de los inversores son: (i) la inversión en crecimiento, y (ii) la inversión en valor.

La inversión en crecimiento es una estrategia basada en la inversión en acciones con negocios subyacentes que crecen a un ritmo mucho más rápido que la economía en general, y normalmente también crecen más rápido que la media de las acciones de un índice importante como el S&P 500 o el Euro Stoxx 600.

La inversión en valor es una estrategia centrada en la compra de acciones que cotizan con valuaciones bajas, normalmente mucho más bajas que la media de un índice importante del mercado, donde se percibe que hay una “valuación errónea” por parte del mercado. Al comprar acciones utilizando una metodología de valor, el inversor considera que el precio de mercado actual de la acción es muy inferior al valor real subyacente de la empresa.

Por lo general, las estrategias de crecimiento y de valor se consideran mutuamente excluyentes, como en los ejemplos anteriores. De hecho, todo el sector de la inversión profesional piensa así. Los grandes fondos de pensiones, por ejemplo, a la hora de asignar su capital inversor a la renta variable, suelen dividir sus asignaciones de renta variable entre acciones de “crecimiento” y acciones de “valor”, del mismo modo que dividen sus asignaciones entre acciones “europeas” y “estadounidenses”.

Esta forma de pensar tan arraigada en el sector de la inversión nos parece interesante, porque creemos que abre una oportunidad para hacer las cosas de forma diferente y ofrecer a los inversores algo único.

Creemos que las estrategias de crecimiento y de valor no son necesariamente excluyentes. Es posible que una acción presente las características de ambas.

Imaginemos una empresa que posee un potente negocio de publicidad digital, que ha experimentado un crecimiento excepcional en la última década. A medida que la publicidad tradicional sigue migrando al mundo digital, a través de la publicidad dirigida, la plataforma líder de esta empresa es la primera opción para muchos equipos de marketing que aumentan el gasto en anuncios digitales. Esta misma empresa, debido a algunas preocupaciones a corto plazo en torno a la economía, ve cómo sus acciones se venden un 75% en un año, durante un mercado más amplio de venta de acciones. Después de esto, las acciones cotizan con un múltiplo de beneficios (una medida de valuación) de solo ocho veces, la mitad de la valuación de la media del índice del mercado.

Este ejemplo de empresa presenta las características de una acción de crecimiento, dado su negocio de publicidad digital de alto crecimiento y la perspectiva probable de que siga creciendo durante muchos años. Pero también presenta las características de una acción de valor, dada la valuación tan baja a la que cotiza en relación con el mercado y en relación con la calidad del negocio.

El ejemplo que dimos es una inversión real en dos de nuestros fondos de inversión en Dominion, y después de comprarla a estas valuaciones deprimidas, ha aumentado su precio cerca de +100%.

Creemos que el crecimiento y el valor no deben considerarse mutuamente excluyentes. Los inversores no tienen necesariamente que elegir entre ellos. Es posible tener lo mejor de ambos mundos, “have your cake and eat it”, e invertir en empresas que presenten las características deseadas de las estrategias de crecimiento y de valor.

Este es exactamente el enfoque que adoptamos en Dominion para la estrategia Global Trends, liderada por el Global Trends Managed Fund. Buscamos valores que ofrezcan a los inversores lo mejor de ambos mundos, empresas con negocios de alta calidad que estén creciendo y que, al mismo tiempo, coticen con valuaciones especialmente atractivas y ofrezcan un importante recorrido al alza.

Links: Post | Image

Disclaimer: The views expressed in this article are those of the author at the date of publication and not necessarily those of Dominion Capital Strategies Limited or its related companies. The content of this article is not intended as investment advice and will not be updated after publication. Images, video, quotations from literature and any such material which may be subject to copyright is reproduced in whole or in part in this article on the basis of Fair use as applied to news reporting and journalistic comment on events.

0 Shares:
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar